Querida y admirada por igual, y considerada figura clave y un faro para una profesión, la del periodismo, que busca y necesita referentes, Rosa María Calaf ha recogido esta mañana el Premio Pilar Narvión en el marco del VI Curso de Periodismo Especializado de Alcañiz. Lo ha hecho entre emocionados aplausos “y feliz por recibirlo en este foro tan cargado de contenido”. “Y tiene un valor añadido- ha afirmado- porque homenajea a una mujer que fue una gran cronista, iniciadora de la crónica política, corresponsal, también en Roma, y a la que no conocí pero a la que sí seguí, y que siendo conservadora supo distanciarse y supo hacer un periodismo riguroso, y fue una grandísima referente para los que llegábamos a esta profesión en los sesenta y setenta, especialmente para las mujeres”.
Además, con el valor emocional que ha recibido este premio, ha querido “unir mi voz a la importancia del periodismo para la construcción social, está en las manos de los jóvenes que lo que tiene que ser no se quede por el camino, porque hay que insistir en que una sociedad libre y con calidad democrática es la única posibilidad de mantener los derechos de las personas”.
Y en esta línea ha citado el lema del The Washington Post que dice “la democracia muere en la oscuridad”, para reivindicar que “hagamos un periodismo que ilumine y que no incendie, y no consintamos que se convierta en otra cosa”.
Impulsado por el grupo de comunicación La Comarca en colaboración con el Ayuntamiento de Alcañiz, este galardón “premia una amplia trayectoria vinculada a un trabajo periodístico de calidad, riguroso y siempre en defensa de los valores periodísticos; también como mujer pionera en el periodismo a nivel nacional y como referente femenino que encarna perfectamente lo que representó en su día Pilar Narvión”, como ha destacado la directora del grupo La Comarca, Eva Defior.
Figura clave del periodismo
Rosa María Calaf (Barcelona, 1945) es licenciada en Derecho y Periodismo. Desde 1970 hasta 2009, dejó su huella en TVE, convirtiéndose en la corresponsal con la trayectoria más extensa y variada, ejerciendo el periodismo en destinos tan diversos como Nueva York, donde cubrió la actualidad de Estados Unidos y Canadá; Moscú, para la Unión Soviética y Rusia; Buenos Aires, para América del Sur; Roma, para Italia y el Vaticano; Viena, para Europa del Este y los Balcanes; y Hong Kong y Pekín, para la región Asia-Pacífico. Además, fue miembro del equipo fundador de TV3, la Televisión de Cataluña.
Su contribución al mundo del periodismo ha sido reconocida con más de 35 galardones, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo de Cataluña, el “A toda una vida” de la Academia de Televisión, y el Ondas a la mejor labor profesional en 2001. En 2024, recibió el Premio Luca de Tena por su trayectoria, y ha recibido tres Doctorados Honoris Causa.
De pionera a pionera
Los paralelismos y vínculos entre la trayectoria de Rosa María Calaf y Pilar Narvión son evidentes. Narvión (Alcañiz, 1922 – Madrid, 2013) puede considerarse la pionera de la crónica social, internacional y política en nuestro país. Narró los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX, siendo muy valorada por su capacidad de análisis y destreza en un tiempo en el que no era común ver a mujeres periodistas en el parlamento nacional.
Fue la primera mujer que se incorporó a la redacción del diario Pueblo (1950) y se licenció en la V promoción de la Escuela Oficial de Periodismo. En 1956 el director de este medio, Emilio Romero, decidió abrir varias corresponsalías internacionales y fue enviada como corresponsal a Italia, donde permaneció hasta 1958; dos años después, fue trasladada a la corresponsalía de París, donde trabajó 13 años hasta su vuelta en 1973.
Fue nombrada subdirectora de Pueblo dos meses antes de que ETA asesinara a Carrero Blanco en 1974, convirtiéndose en la primera mujer en acceder a un puesto directivo en la prensa española nacional. En 1975 se la nombró como una de las diez vocales de la Comisión Interministerial del Año Internacional de la Mujer consolidando la reivindicación de la igualdad femenina, que llevaba reclamando desde los 50, especialmente en el ámbito político y laboral.
Vivió como cronista parlamentaria la Transición española desde las Cortes franquistas, el 23-F de 1981 en el interior del Congreso junto a las “niñas Narvión”, el conocido grupo de jóvenes cronistas parlamentarias que tuteló, entre otras, Julia Navarro, Mercedes Jansa o Rosa Villacastín. Fue nombrada directora adjunta de Pueblo ese año, rompiendo el techo de cristal. En 1983 se jubiló.
El premio que concede con su nombre el Curso de Periodismo Especializado de Alcañiz está cargado de simbolismo, también en lo material. Es, cada año, una escultura única realizada por un artista aragonés en alabastro del Bajo Aragón. Esta edición, la bergelina Estela Ferrer ha sido la encargada de elaborar la pieza “en la que he querido transmitir la vitalidad de Pilar Narvión y la trascendencia del periodismo”, ha explicado la autora.
En su edición de 2024, el Curso de Periodismo Especializado de Alcañiz ha llevado por título “Viajar para contarlo. Miradas que guían y alimentan” y durante el jueves 19 y viernes 20 de septiembre ha reunido en Alcañiz a referentes del periodismo como Rosa María Calaf o David Jiménez y Paco Nadal, Tino Soriano, Mònica Escudero o Miguel Ángel Tobías, entre otros. Cuenta con el patrocinio de Caja Rural de Teruel, Cámara de Teruel, Ayuntamiento de Alcañiz, Diputación Provincial de Teruel y Comarca del Bajo Aragón, y la colaboración del Colegio Profesional de Periodistas de Aragón, Asociación de Fotoperiodistas de Aragón, Colegio de Periodistas de Cataluña y Asociación de la Prensa de Madrid.