Gracias a inSEX, hemos reflexionado sobre muchas cosas, sobre todo acerca de las muchas presiones que la educación patriarcal nos ha echado encima a las mujeres. Ni el coito está en el centro de todo ni el orgasmo tiene por qué ser la finalidad de las relaciones sexuales. Además, tanto mujeres como hombres tenemos el listón muy alto, situado tan alto por, entre otras cosas, el cine porno. “Y, con esto, muchas personas llegan a sentir miedo”, cuenta la sexóloga Lurdes Orellana, de la Cooperativa Desmontando a la Pili, autora del Taller Placeres sin Edad que disfrutamos el otro día en Huesca, en las I Jornadas inSEX de sexualidad que hemos organizado con el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) y el Ayuntamiento de Huesca.

“Esto genera sentimientos de culpa, vergüenza…, porque hay estereotipos que nos acogotan”. Hay que ser joven, hay que ser heterosexual, hay que follar de forma tremendamente atlética, hay que experimentar varios orgasmos, el coito sí o sí… Orellana reivindica “calidad frente a cantidad“. Vamos a disfrutar más. Nos hemos empeñado tanto las feministas en el discurso de defensa frente a las violencias machistas, que hemos olvidado la némesis, el discurso del placer y el deseo, de ser sujetos y no objetos, de ser sexos activos y no sólo que consienten.

Está claro que hace falta más información de sexualidad, en medios de comunicación y también en las relaciones sexuales; faltan reportajes sobre estudios sexológicos feministas que desmonten estereotipos de mujeres hipersexualizadas y sometidas a los deseos patriarcales. “La sexualidad que se transmite, en general, la dominante, no es sana”, piensa Orellana. Y mientras enseña a mujeres mayores a utilizar las bolitas chinas, los lubricantes y vibradores, las sexólogas reciben peticiones de jóvenes de información sexual, “porque sienten malestar por culpa de los roles”. Nos relajamos un poquito ¿no? Disfrutemos de inSEX. Continuará.